Papelera de reciclaje

En los últimos años, la Iglesia Católica dirigida por el Papa Benedicto XVI ha dado diversas muestras de un retorno a costumbres antiguas, que fueron dejadas de lado tras el Segundo Concilio del Vaticano.  

Esta vez, el Papa celebró partes de su misa del domingo 13 de enero dando la espalda a la congregación, restaurando un antiguo ritual religioso que no había sido practicado en décadas.  

Su antecesor, Juan Pablo II, utilizaba un altar situado en una plataforma móvil lo que le permitía dar la cara a los fieles. Joseph Ratzinger prefirió ahora, usar el altar de la antigua Capilla Sixtina colocado contra la pared, debajo de la representación del «Juicio Final» de Miguel Angel.  

Según un comunicado de la oficina del Vaticano, se ha decidido usar el viejo altar, donde se colocan las urnas para las elecciones de nuevos Papas, para respetar «la belleza y la armonía de esta joya arquitectónica».  

Misas en Latín

Cabe recordar que a mediados del 2006, Benedicto XVI también permitió la celebración de las misas en latín – lengua histórica utilizada por la Iglesia Católica hasta antes del Segundo Concilio del Vaticano. 

Si bien para algunos, estos cambios son un retroceso en el manejo de la Iglesia Católica de su relación con los fieles, para otros significa un intento de acercarse a los sectores más tradicionales.  

Lo cierto, sin embargo, es que en pleno siglo XXI la Iglesia Católica necesita buscar nuevas formas de acercarse a la población sin ceder terreno en la doctrina.  

Otro punto que se encuentra en el tapete sobre la base del Segundo Concilio Vaticano es la relación con las otras religiones que se practican en el mundo. Con Juan Pablo II se vivió un acercamiento a los otros cultos, lo cual no fue aceptado por los sectores más conservadores, pero, ¿seguirá siendo esa la política del Vaticano?