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 Lima, La tres veces coronada Villa y Ciudad Jardín, conocida también como La Horrible o La Pervertida, en octubre muestra una faceta diferente. No sólo se comen más turrones Doña Pepa o se vive una fiesta (macabra) en la Plaza de Toros de Acho, sino que se siente la religiosidad de una ciudad. Entre sahumerios y cánticos la capital adquiere un nuevo epíteto, La Devota.

 Y es que en el décimo mes del año, no sólo cambia la moda de los habitantes que visten de morado, sino que se viven días de especial recogimiento. No importa mucho, si uno es o no católico. De todas maneras, la salida en procesión del Señor de los Milagros afecta la vida de todos los habitantes de la capital. Así sea sólo por el tránsito.

El señor nunca va solo. La procesión del Señor de los Milagros, en la que los fieles, ojo, no van a ver la imagen, sino a acompañar al Cristo Morado, es considerada la más grande del mundo por la cantidad de gente que congrega en sus seis fechas de salidas por Lima.  

El señor nunca va solo por las calles de Lima cuadrada. La cantidad de fieles que lo acompañan al contrario de las peregrinaciones, se renueva a cada hora, aunque algunos por cuestiones personales sí se quedan durante toda la procesión, que en ciertas ocasiones ha superado las 20 horas. 

En octubre sí hay milagros. Esto puede ser considerado paradójico. Pese a toda la manifestación religiosa en octubre, Lima es una ciudad conservadora, católica de nombre y no muy practicante el resto del año. Sin embargo, desde el primer día de octubre, la situación cambia.  

La gente – hombres y mujeres – visten de morado en señal de penitencia, y el primer sábado del mes son cientos de fieles los que con niños en brazos, esperan que las puertas del Santuario de Las Nazarenas se abran y aparezca la efigie del señor.  

Entonces, un mar de gente acompaña al Cristo de Pachacamilla. Mientras algunos van a pedir un milagro, otros van arrodillados para agradecer la realización de uno, desde curaciones a desahuciados hasta puestos de trabajo. Algunos van por una promesa, y otros simplemente por cuestión de fe.

Si bien algunos pueden discrepar respecto a la veracidad de los milagros del Cristo, hay uno que nadie puede negar. Y es que el Señor de los Milagros, logra que los limeños pobres o ricos se vean ante la necesidad de venerarlo. Bajo los hábitos morados realmente todos son iguales y piden por un prodigio, sin importar la clase social. Eso es un verdadero milagro.

Señor de los Milagros y los temblores. El Señor de los Milagros está íntimamente relacionado con los temblores en Lima, y tras el terremoto del 15 de agosto pasado, éste octubre adquiere un cariz especial. De una u otra forma, aquel pasado tradicional del Cristo Morado sacado en procesión tras un sismo, regresa a los limeños que se vieron sorprendidos por el movimiento telúrico, que dejó más de 500 víctimas en el sur del país. 

Según cuenta la historia, la imagen del señor fue pintada por un esclavo negro en el barrio de Pachacamilla, y pronto adquirió devoción de los lugareños, lo cual no fue bien visto por las autoridades que intentaron inútilmente de destruir la imagen.

Pero si las órdenes del virrey no pudieron con el señor, lo que aumentó en los limeños la fe, fue sin duda que la imagen pintada ha sobrevivido a terremotos y maremotos que asolaron Lima.  

Uno de ellos es el maremoto de del 20 de octubre de 1687 en la capital del entonces Virreinato de Perú y ese día se realizó el primer recorrido del Señor de los Milagros. Desde esa fecha, el Cristo sale cada octubre por las calles de Lima. 

El recorrido 2007

El sábado 6 de octubre la efigie salió del Monasterio y llegó hasta la Catedral de Lima. Al día siguiente, domingo 7, se realiza el segundo recorrido con el retorno al templo de Las Nazarenas. 

Posteriormente, los días jueves 18, el viernes 19 y el domingo 28, el Cristo de Pachacamilla derramará bendiciones por diversos puntos de la capital, en lo que constituye una de las mayores manifestaciones de fe del mundo católico. 

En esas fechas, la sagrada imagen visitará los principales hospitales de Lima y también recibirá homenajes de diversas instituciones públicas y privadas que acostumbran prepararse para celebrar el paso del Cristo Morado. 

Las festividades del Mes Morado culminarán el primero de noviembre con la sexta procesión del año. La imagen saldrá en hombros de los cargadores desde el templo de Las Nazarenas y dará una vuelta a la manzana a manera de despedida, y luego será guardada en el Monasterio hasta el próximo año.  

Morado sin fronteras

El Señor de los Milagros es el patrón de Lima, y protector de la ciudad de los terremotos. Es el inquilino más venerado de Lima Cuadrada, cuya tradición se ha expandido en el mundo entero. Es además, junto a la Virgen del Guadalupe en México, uno de los últimos bastiones del catolicismo romano en América.  Pero, más que eso.

El Señor de los Milagros es la representación de la unión de los peruanos. Limeños de cuna e inmigrantes andinos, se unen en octubre en una celebración. Además, en otras ciudades del Perú y del mundo, el Cristo Moreno congrega a miles de peruanos y también extranjeros.

Ya no es raro hablar de procesiones en Europa, Estados Unidos, Japón. En tierras lejanas, el Cristo Nazareno adquiere nuevos fieles, aunque el catolicismo a nivel mundial va en otra dirección.

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Las Nazarenas y el Señor de los Milagros